Hace unos meses mi Caravaggios chula de bonita me trajo un botecito de azúcar
cuyo contenido me ayudo a derrotar a los amigos imaginarios sin imaginación
Era sin mas ni menos un botecito de pildoras para la felicidad
Lo más lindo es que me lo dió con tanto taaanto cariño y con una sonrisota en la cara
(y con su risa esa tan-tan de Mirs)
Yo aún lo tengo ahí... con un gusano de azúcar en el fondo
como que no lo quiero tirar nunca (porque me lo regalo MI Mirs)
Pa tu gripa del demonio supongo que no puedo curarte con pastillas de la felicidad
ni con gomitas de frutas, ni con coca-colas de grenetina
(De hecho, creo que sólo te dispararía una hiperglucemia... awrrr)
Así que mejor sólo te digo desde aquí,
con un grito grande pa que llegue a Hoochie-Town:
Te extraño!
2 comentarios:
mayiiiiiiiii.... mayiiiiiiiiiiiiiiii...... aun vivo.... medio mal estos dias, pero vivo......jajajajajaja......
ya ando en df, ya me estan tratando..... aunque yo creo que una terapia de happy pills me libraria de todos mis males.....
te mando montones de besos..... cuando este mejorcita te marco para vernos.... besos muchos
Yo las he visto!! esas las venden en Madrid!
Saludos,
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