domingo, 30 de mayo de 2010

Gracias





A estas noches
y estos días:

Gracias.

He tenido mis ratos de soledad. 
Me han servido. 
Me he escuchado. 
La media hora antes de quedarme dormida generalmente medito un poco
sobre las conclusiones diarias.

Todo todo ha pasado por algo.
Y de todo me encuentro agradecida.
De no haber pasado en esa secuencia y a esa velocidad, las cosas serían diferentes.

Gracias.

Necesitaba recorrer esas calles,
Necesitaba sentir ese frío en los huesos,
Necesitaba esas pláticas,
Necesitaba esos regaños,
...y también esas mentadas de madre.

Necesitaba que me sacudieras,
Necesitaba perderte,
Necesitaba decepcionarme,
Necesitaba sentirme así de incomoda para moverme.
Necesitaba replantearme.

Necesitaba este momento de vulnerabilidad.

Necesitaba deconstruirme y tener todo todo en el piso
para saber cuales de mis pilares si son estructurales y cuales son de ornamento.

Me hacia falta recordar esas cosas
esos pequeños detalles que me hacen sentir viva
(que afortunadamente, hay muchos).
Mojarme. Despeinarme. Ilusionarme. 
Sudar. Soñar. Bailar. Platicar. Llorar. Reír.
dios... me hacía tanta falta reír.

Gracias por haber sido la última pieza.

Gracias por aguantarme durante mi etapa emo
(de más de un año, jajaja... ¡ustedes son ultra-resistentes!)



¿Les cuento algo lindo?
Hoy he estado cantando.

 Y asi es como empieza todo...



miércoles, 26 de mayo de 2010

Oda a Esa-Cosa-Jodona Vol. 2






Siento que el agua me llega en estos momentos, hmmm... 
talvez como a la altura de la clavícula.
Aún puedo respirar bien, pero me empiezo a sentir incomoda 
y últimamente me lleno de ansiedad con más facilidad.

Ansiedad, si. Esa es la palabra.

El trabajo no va mal, de hecho es bastante entretenido... pero no me siento realizada.
Aunado a su próxima mudanza al punto extremo de la ciudad, siento que mi tiempo ahí ya está cronometrado.


...Y créanme que puedo dejarlo todo por cosas que me apasionan y por cosas que amo, 
pero agh, tristemente esta no es la ocasión.


Y se acercan los 30. 
Me entra la mentada ansiedad de no saber si aquello que he planteado durante los últimos años es lo mejor. 
No sé si mis planes y mis pequeños sacrificios vayan a tener los frutos que contemplo. 
La incertidumbre me llena de nervios. 
No se si la voz que me anima a tener esas metas es la de una idealista 
o la de una escuincla que aún no sabe que pedo con la vida.

Quiero pensar que escuché a una mujer idealista... pero ya ni sé.

Los putos miedos al fracaso son los que me mantienen con los pies pesados en la tierra.
Esos zapatos de plomo me tiene harta y me lucen mal.
Es como estar viendo que juegan a la cuerda, y alguien me invita a unirme al juego.
Yo observo como dan vuelta a la reata y con cada golpe en el pavimento yo pienso
  - Ahora si entro... bueno, a la que siguiente vuelta... bueno, en la ronda que viene...

Pero aght, el mentado miedo de caer es el que me tiene ahí, 
analizando a ver cuaaal es el mejor momento para entrar y unirme al juego.
Me siento en un low-profile bastante mediocre.

Ya no quiero andar pensando que si brinco mal me voy a caer y me voy a hacer un rasponzote en la rodilla entonces el vestido azul que me compré hace un mes no me lo voy a poder poner para la boda de Salmita y voy a tener que usar pantalón sastre en la playa y en las fotos del bodorrio voy a salir terrible: y todo por brincar mal...

Y ya. Yo solita me volví loca.

Obvio no es el conflicto de la boda de Salmita (no te preocupes, Fierce! iré bien vestida a la boda, lo prometo)

Es la maestría, el querer vivir sola, el abrir un negocio propio, ¿pedir financiamiento para estudiar fuera o para un negocio al regresar? ¿regresar... estas segura? ¿y si en un futuro no funciona tu negocio? ¿irme con apoyo de mis papás o sin apoyo alguno? ¿sabes lo que ese apoyo significa? ¿hacer carrera en una empresa o estar en una empresa chica donde pueda aprender más? ¿aunque no tengas prestaciones? ¿y si mejor huyo a un kibbutz y lo dejo todo por una vida sencilla?

Y ya, tantas preguntas que no sé contestar me tienen súper abajo.

Y aclaro: No es malviaje.. juro que no son malviajes.
Son los putos miedos del futuro. 
(Tenías razón, ahí radican mis problemas).
No sé enfrentarlos sin tartamudear.
Talvez porque el futuro de mi vida radica en las decisiones que tome ahorita, en los próximos meses...
y tanta responsabilidad me abruma y me pone muy nerviosa.
Y ya no puedo andar huyendo.

Envidio a los que se avientan sin miedo alguno.
Me hace falta ser más como ellos: dejar de pensar tanto en las cosas y en sus efectos
y ya, na más, soltarme y a ver en donde caigo.


(...y también, me hacen falta unas buenas rodilleras por si acaso)


Ya te veía venir, na más que me estuve haciendo bien mensa.

Bienvenida, crisis de los 26 y medio.


lunes, 24 de mayo de 2010

Nota Mental






Cuando me sienta más vulnerable 
y tenga ganas de correr (o de llorar)
él me tomará de la mano 

y con una suave caricia de su pulgar sobre el dorso de mi mano 
calmará mi respiración acelerada


me compartirá su aliento

...Y todo estará bien.



domingo, 23 de mayo de 2010

Oda a la Crisis Existencial Vol.1







El día tiene 24 horas
De esas, 9 horas son destinadas para trabajar (te quedan 15)
De esas, 3 las usas en traslados y tráfico - si bien te va- (te quedan 12)
De esas, 6 las ocupas para dormir (te quedan otras 6)
Esas últimas 6 horas son las que destinas para vivir.

Si 8 horas son para laborar... trabaja en algo que te apasione.
Será la única forma de hilar tu vida con tu trabajo (o si no es la única, es la más sana).

Y esas 6 horas que te quedan de tu vida al día
... ¿en que las usas?


-  Por Ian O.



Viéndolo así... creo que paso tiempo de más frente a esta compu.
Con su permiso, voy a ir a respirar un rato allá afuera.


...
Llamenme come-flores, pero ahora mi tirada no son los grandes lujos, 
sino las grandes experiencias.

Tengo un boceto vago de lo que quiero en la vida... pero aún le faltan líneas.
Lo único de lo que estoy 100% segura es que antes que tener una vida acomodada, 
prefiero una vida interesante.

jueves, 20 de mayo de 2010

Pido.Pausa





Ya me caché.


Hice un pequeño recuento 
(pequeño porque si me pongo a analizar todos los años me tiro a las drogas)


Me dí cuenta que desde hace un rato ya no sonrío igual. 
Ya no tomo tantas fotografías
(ni tantas auto-fotos)
Ya no escribo tanto.
Ya no canto diario como antes.
Ya no me sale la risa tan fácil.
Me deprimo más rápido de lo normal...
y... y... que horror


(y... y que hueva).


Pensé que era la crisis previa a los 30... 
ahora sé que se llama falta de bolas pa volverme adulta. 
Estar en medio de esas dos etapas me causa un rechinido en el fondo de la cabeza e incomodidad diaria 

(... y mucha infelicidad).


Aunada a mi ya evidente crisis existencial 
(pero bah, de esa ya llevo un rato, por eso la inmortalidad y el fracaso me trauman
... pero bueno, eso vendrá con otro post... no ahora).


En estos días, un chico teatrero me hizo un buen regalo 
(aunque él no se haya dado cuenta)
me dio una platica pequeña sobre la mediocridad y el conformismo.
Igual no me dio la solución a mis problemas ni descubrí el hilo negro...
pero me acercó a un camino mucho más tangible para replantearme a mi.
Replantear los ideales: así de simple 


(y así de complejo).


...


Recordé unas sabias palabras que me dio Diego por alguna ruptura amorosa,
(sentados en la fuente del Centro Cultural Universitario, 
antes de entrar a Gaudeamus desde México... me acuerdo bien)




- Querida, tu felicidad no puede depender de alguien más. 
Aparte de ser egoísta, es un poco cobarde. 
Equivale a decir - Toma, mi felicidad es tuya, yo no me hago responsable...  




Se me quedó grabado.


Esa parte, de ser feliz con o sin alguien a mi lado, la aprendí
... aunque me ha costado trabajo corregir vicios pasados, no lo niego.


Con la infelicidad, en cambio... me ha costado más trabajo afrontarla.
Yo la he atribuido a eventos que me han pasado (o que han dejado de pasar)... no a mí.
No he tomado la responsabilidad de que esa infelicidad que siento es mía y sólo mía.
Y eso es muy cobarde de mi parte.


No hay ningún otro responsable: sólo yo.


Así como la felicidad me pertenece, mi infelicidad también...
y estará conmigo hasta que me agarre las bolas para patearla en la jeta.


El primer paso, supongo, es reconocer que uno anda mal:
ahora viene la época de sanación...




(sea lo que sea que eso signifique).


domingo, 16 de mayo de 2010

Mi autoconfesión







Yo llamé al fracaso caida libre
Yo llamé a mi miedo inexorable
Yo llamé a mis sueños mi designio
Yo llamé al amor inalcanzable
 
Yo llamé a mi marcha indefinida
Yo llamé a mi tregua irreprochable 
Yo llamé a mi sangre sacrificio
Yo llamé vehemencia a la mi constante. 


M.

sábado, 8 de mayo de 2010

Pedí un deseo





A veces extraño mi sonrisa de aquella época
en la que nada era imposible,
nada me dolía,
a nada le temía,
y el corazón lo creía todo.



Regresa, pequeña.


martes, 4 de mayo de 2010

Si yo fuera zombie...






Si yo fuera zombie seguramente me comería el cerebro de aquel chico culto bohemio...
o del erudito en música... 
o del máximo dibujante... 
o del mejor cocinero.

A mi a mi lo que me gusta de un chico es su cerebro.

Llamenme cursi y básica, pero SI espero llegar con buena compañia a mi vejez
Sé que yo ya no estaré re buena... ni él tampoco
(a menos que me agarre un veinteañero, ja!)
Seré afortunada si tengo a mi lado a alguien con quien pueda platicar horas y horas y horas.
Y si me puede hacer reir ...le pongo tiendita!

Una cosa que he notado
con el paso de los años
es que sólo me enamoro
de personas que yo admiro.

¿Y ustedes?